viernes, 27 de febrero de 2009

CASAS EN JAPON

Cuando hablamos de casas en Japón nos referimos tanto a aquéllas realizadas con un estilo tradicional como a aquellas otras de estilo más moderno.
Dos patrones de residencias son predominantes en el Japón contemporáneo: la casa separada unifamiliar y el edificio de múltiples unidades, poseídos por un individuo o una corporación y alquilados como apartamentos a los arrendatarios, o poseídos por los inquilinos como condominios. Las clases adicionales de casas, especialmente para la gente soltera, incluyen las pensiones (que son populares entre estudiantes de universidad), los dormitorios (comunes en compañías), y los cuarteles (para los miembros de las fuerzas de defensa, de la policía y de algunos otros empleados públicos).

sábado, 7 de febrero de 2009




COSTUMBRES DE JAPON

Matrimonio y familia
Los japoneses suelen casarse entre los 25 y los 30 años, aunque los hombres se casan algo más tarde que las mujeres. Las bodas pueden ser elaboradas y caras, y normalmente tienen lugar en hoteles. Los cónyuges pueden llevar ropas tradicionales para la ceremonia, trajes de boda de estilo europeo para las fotografías y los actos sociales, y otro vestuario distinto para la velada. Los invitados a una boda llevan regalos, con frecuencia dinero en efectivo, y reciben regalos de la pareja. La familia se mantiene unida por un estricto sentido de la reputación, la obligación y la responsabilidad. Las acciones de una persona repercuten en su familia. El padre es el cabeza de familia y la madre se ocupa de las tareas domésticas. En la actualidad, muchas mujeres trabajan fuera de casa. Aunque muchos padres mayores siguen viviendo con las familias de sus hijos casados, esto es cada vez menos frecuente. Por otro lado, ha aumentado el número de hijos adultos que, debido al alto coste de la vivienda, se quedan a vivir en casa de sus padres. En las ciudades, muchas familias viven en edificios de apartamentos de gran altura o en pequeñas casas. En áreas menos pobladas hay casas más grandes.

Las comidas
La dieta japonesa consta principalmente de arroz, verduras, pescado, fruta y pequeñas porciones de carne. El arroz y el té forman parte de casi todas las comidas. No obstante, la dieta ha cambiado en las últimas décadas, ya que los japoneses han empezado a consumir más carne roja y más leche. La carne y los productos lácteos adicionales han favorecido un aumento de su estatura; como media, los jóvenes son más altos que los representantes de la generación de sus padres. Entre los alimentos japoneses populares están la sopa de miso (pasta de habas), los fideos (ramen, udon y soba), el curry con arroz, el sashimi (lonchas de pescado crudo servidas con salsa de soja y wasabi, una especie de nabo picante), el tofu y el cerdo. El sushi es arroz frío, condimentado con vinagre y servido con pescado (normalmente crudo). El norimaki es un plato similar, con arroz, pescado y/o verduras envueltas en algas secas. En una comida tradicional, los japoneses mantienen su cuenco a la altura del pecho, en vez de inclinarse sobre la mesa. Los palillos (hashi) se usan con la mayoría de los alimentos, pero la gente normalmente usa tenedor y cuchillo cuando toma comida no asiática. La comida rápida es popular entre los jóvenes. La vianda principal se hace por la tarde. Es de buena educación que los invitados sigan el ejemplo del anfitrión. La habilidad de un invitado para usar los palillos ayuda a causar una impresión favorable, pero es importante no señalar con ellos a nadie ni dejarlos cruzados. Un vaso vacío, por lo general, es llenado de nuevo; es de buena educación servir los vasos de los otros antes que el propio.



Hábitos sociales
Una reverencia es el saludo habitual entre los japoneses. Cuando alguien desea mostrar respeto o humildad inclina más la cabeza que la otra persona. Los japoneses pueden estrechar la mano de los extranjeros. El espacio personal es importante; por ello, las personas no se mantienen muy próximas cuando se saludan o conversan. En esta sociedad jerárquica, los títulos son importantes en las presentaciones. El apellido de la familia es utilizado con el sufijo -san, tanto para los hombres como para las mujeres. Por ejemplo, el señor Ogushi sería llamado Ogushi-san en Japón. El uso de los nombres personales se reserva para la familia y los amigos. En situaciones profesionales, el intercambio de tarjetas comerciales (ofrecidas y aceptadas con ambas manos) es un importante ritual. La tarjeta debe ser estudiada cuidadosamente cuando se recibe y tratada con respeto; jugar con ella o doblarla sería un insulto. Los saludos dependen de la situación. Un obrero puede saludar a un colega de rango superior con un Ohayo gozaimasu (Buenos días), pero para saludar a un cliente utilizará Irasshaimase (Bienvenido). Cuando dos personas que tienen una relación de negocios se encuentran por primera vez, pueden decir Hajime mashite (Encantado de conocerle). Konnichi wa (Buenos días) es un saludo habitual. Ohayo (Buenos días) o Genki? (¿Estás bien?) son los saludos informales más comunes entre los jóvenes.

Las visitas suelen concertarse con antelación; en las áreas urbanas las visitas espontáneas entre vecinos son infrecuentes. Antes de entrar en una casa japonesa, hay que quitarse los zapatos. Normalmente hay un pequeño genkan (vestíbulo) entre la puerta y el resto de la vivienda; allí es donde los invitados dejan los zapatos, colocados juntos, señalando hacia afuera, o en un armario o en un anaquel del genkan. Antes de entrar en el genkan, los invitados ya se han quitado los abrigos. En el interior se utilizan con frecuencia zapatillas, que hay que quitarse cuando se entra en habitaciones cubiertas con esteras de paja (tatami). Con frecuencia hay zapatillas especiales para usar en el cuarto de baño. Por lo general, a los invitados se les ofrecen los asientos más cómodos. En las habitaciones japonesas tradicionales, las personas se sientan en el suelo. Cuando se hace una visita, es costumbre llevar un regalo (normalmente fruta o pasteles) a los anfitriones. Los regalos son entregados y aceptados con ambas manos y una ligera inclinación de la cabeza. Tradicionalmente, éstos no se abren en presencia del donante. Un regalo dice mucho de la relación que uno mantiene con el destinatario y del respeto que le profesa; por tanto, los regalos desempeñan un papel fundamental en el establecimiento y mantenimiento de las relaciones de negocios. Un momento clave en el intercambio de regalos es el final del año; en esa época, se entregan a familiares, amigos, funcionarios y personas con las que se mantienen relaciones de trabajo, agradeciendo la amabilidad mostrada a lo largo del año.

Entretenimiento
Muchas personas pasan su tiempo libre en grupos. El béisbol, el fútbol, el tenis, el esquí, el jogging y la natación son muy populares en Japón. Los deportes tradicionales, como los combates de sumo (con muchos seguidores), el judo, el kendo (una especie de esgrima con espadas de bambú) y el kárate, también gozan de gran aceptación. El béisbol, introducido en Japón en la década de 1870 por un ciudadano norteamericano, es el deporte nacional y es altamente competitivo en todos los niveles. Los campeonatos nacionales de las escuelas secundarias tienen repercusión en todo el país. El golf se ha convertido en una obsesión, pero, como es muy caro hacerse socio de un club, muchas personas deben limitarse a practicarlo en uno de los numerosos campos de prácticas o a verlo por la televisión. La televisión y el cine son populares. En ciudades como Tokio y Osaka muchos jóvenes dedican las veladas a mantenerse al tanto del cambiante panorama de la vida nocturna. Para muchas personas, los paseos familiares por el parque y las visitas a los parientes constituyen una parte importante de la rutina del fin de semana. En las últimas décadas, viajar al extranjero se ha convertido en un pasatiempo nacional. Las artes teatrales tradicionales siguen siendo muy populares, incluyendo el teatro de marionetas (Bunraku) y un drama altamente estilizado (Nō, Kabuki). La música y la danza también tienen muchos seguidores.

Fiestas
El Ganjitsu es el Año Nuevo de los japoneses y se observa el 1 de enero. La celebración del Año Nuevo en Japón, llamada Oshogatsu, dura tres días, del 1 al 3 de enero. Esos días se intercambian regalos y se envían postales. Las calles son decoradas y muchos hogares colocan pequeños pinos a ambos lados de la puerta que representan longevidad y constancia. El 15 de enero, los que van a celebrar su 20 aniversario a lo largo del año son honrados durante el Día de la Mayoría de Edad (Seijin no Hi). El Día de la Fundación Nacional (Kenkoku Kinen no Hi), el 11 de febrero, recuerda la fundación de la nación en el año 660 a.C. El Día del Equinoccio de Primavera (Shunbun no Hi) festeja cada año, en torno al 21 de marzo, la llegada de esta estación. El Día de la Verdura (Midori no Hi), el 29 de abril, es una fecha para celebrar la belleza de la naturaleza. El Día Conmemorativo de la Constitución (Kempo Kinenbi), el 3 de mayo, es seguido por el Día del Niño (Kodomo no Hi), que desde 1948 incluye a las niñas en la celebración. El Día de la Marina tiene lugar el 20 de julio. Todos los años, el 15 de septiembre, se honra a los mayores, en lo que se conoce como el Día del Respeto a la Vejez (Keiro no Hi). El Día del Equinoccio de Otoño (Shubun no Hi), en torno al 23 de septiembre, se da la bienvenida al otoño y se recuerda a los antepasados de la familia.

En 1966, el 10 de octubre fue declarado oficialmente el Día de la Salud Nacional y de los Deportes (Taiiku no Hi), que conmemora la inauguración de los XVIII Juegos Olímpicos de Tokio. El 3 de noviembre, Día de la Cultura (Bunka no Hi), está dedicado a una actividad diferente; aquellos que han realizado contribuciones significativas a las artes y a las ciencias son condecorados con medallas por el gobierno. El 23 de noviembre es el Día de Acción de Gracias por el Trabajo (Kinro Kansha no Hi). El 23 de diciembre se celebra el cumpleaños del emperador Akihito (Tenno Tanjobi). La víspera de Año Nuevo (31 de diciembre), algunos japoneses se ponen un quimono y visitan algún santuario. No obstante, más de la mitad de la población se sienta frente al televisor para ver un concurso nacional de canto, donde los hombres rivalizan con las mujeres, pero las últimas notas deben entonarse antes de medianoche, momento en que los monjes budistas empiezan a tocar las campanas en los templos. Las campanas suenan 108 veces, un repique por cada uno de los defectos humanos según la religión budista. Se dice que esos tañidos de las campanas purifican a los creyentes de los deseos pecaminosos acumulados durante el año.